La bellota crece hasta ser un fuerte roble; un bulbo crece y produce hermosas flores; la semilla del maíz produce grano. Siempre se están produciendo cambios. Si no hay cambios en tu interior, puedes estar segura de que algo anda mal, y es necesario que averigües de qué se trata y que hagas algo al respecto.
No te resistas al cambio; fluye con él y acéptalo. Quizá no siempre resulte cómodo, pero muéstrate dispuesta a aceptar alguna pequeña incomodidad para que la novedad gloriosa pueda desarrollarse en y a través de ti, transformándote en un nuevo ser, lleno de luz, amor e inspiración.
Fuente: Tu voz interior de Eileen Caddy